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Ya has escuchado que cartera mata carita, pero verbo mata cartera.
Esa lógica solo quiere decir que para ganar el corazón de una chica no
necesitas ser el más guapo o tener mucho dinero, sino que basta con
dulces palabras que conmuevan el corazón de cualquier mujer.
Pero esa “lógica” olvida algo muy importante: la biología de las
mujeres. Ya sea en el bar, el antro o la escuela, las chicas persiguen a
los hombres con dinero – ¡lo quieran o no! Es parte de su biología, del
inconsciente, de aquello que sin darse cuenta están buscando.
En las épocas primitivas hombre y mujer estuvieron juntos por
conveniencia: mientras ella cuidaba a los niños él cazaba. No había
amor, solo supervivencia.
Aunque en la actualidad eso ha cambiado un poco, nuestro pasado nos
persigue: un hombre con dinero, lleno de recursos y formas de obtener y
hacer las cosas, SIEMPRE será un mejor proveedor para todas las necesidades femeninas.
Claro, un bohemio hippie inspira y enamora… por un par de semanas,
pero ¿después qué? Un hombre con dinero veces tiene algo por seguro: ya
sea un papi que le da todo, o una empresa que va a heredar, o una
carrera, cualquiera de esas cosas promete mucho.
¿Y para qué quiere una chica eso? Pues obvio, para casarse. No
importa que tan liberal y profesionista seas: cuando te quieras casar,
buscarás a alguien que pueda proveer.
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