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Luís
Escobedo era un mesero en un hotel de 5 estrellas de Acapulco que se
encontraba profundamente enamorado de una mujer a la que veía imposible
alcanzar; Mariana, hija del dueño del hotel quien visitaba el lugar con
regularidad…
Luís se encontraba tan perdidamente enamorado de Mariana que en un acto desesperado le pidió matrimonio.
Mariana
contuvo la risa por educación y lo rechazó inmediatamente diciéndole:
“Lo que ganas en un mes, yo lo gasto en un día. Como es posible que
pienses siquiera que alguien como yo podría casarse con alguien como tú.
Consíguete a alguien de tu nivel”.
Luís,
al ser rechazado por Mariana, renunció a su trabajo en el hotel y
decidió poner su propio su negocio; un restaurante lujoso con todo lo
que aprendió de mesero en el hotel. Pasaron aproximadamente 8 años desde
la última vez que Luís y Mariana se vieron, el restaurante de Luís se
convirtió en un punto de referencia importante en Acapulco, un
restaurante en el que hacían filas para entrar a comer.
Mariana
se había casado con uno de los Chefs más reconocidos de México, mismo
que invitó por primera vez a Mariana al restaurante donde tenía un mes
de ser contratado. Aquella tarde Mariana encontró entre los comensales a
Luís, a quien no dudó en presumirle a su flamante marido. Jorge, esposo
de Mariana bajó la mirada mientras se quitaba su sombrero de Chef y
dijo: “Sr. Escobedo, es un honor trabajar en este hermoso restaurante”.
Luís solo se paró y sonrió a Mariana y Jorge, después de esto, siguió con su comida.
Jorge
le contó a Mariana que Luís, su jefe, fundó su restaurante después de
que una mujer que pretendía lo rechazó, “Solo imagínate lo que hubiese
sido de su vida si esa mujer no lo hubiera rechazado”.
¿Qué pasaría si no fuéramos tan materialistas?
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