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Pregúntale
a tu mamá: la cocina es el lugar más difícil de mantener. Muchos
alimentos que se echan a perder a tiempos diferentes, recetas y formas
diferentes de tratar cada uno para cocinarlo, utensilios complicados con
usos extraños…
Es un caos, y eso no puede cambiar; sin embargo, con estos SÚPER
sencillos y útiles trucos las cosas se harán mucho más fácil: la comida
durará más, todo estará más ordenado y hasta disfrutarás ayudarle a tu
mamá con la cocina. Bueno, tal vez no, pero no seas gacho y pásale estos
tips.
1.- Cuando vayas al súper mercado, siempre busca los productos arriba o debajo de las estanterías: al nivel de tus ojos SIEMPRE pondrán lo más caro.
2.-
La pregunta más difícil del mundo: ¿Cómo saber cuando el aguacate está
perfecto? Fácil: quita la “bolita” de abajo. Si tiene un genial color
verde-amarillo, está listo. Si por alguna razón no puedes, el color
siempre es la mejor manera: mientras más negro (¡el aguacate!), mejor.
3.-
Cuando guardes pollo en el congelador, asegúrate que esté marinado. De
esta manera, cuando lo descongeles, habrá absorbido todo el sabor
perfectamente.
4.-
Y si también guardas carne de res que después usarás para tortas de
carne, ¿por qué no ayudar a tu futuro yo? Divídelas en la bolsa como ves
en la imagen y refrigéralas así: después estarán listas para cocinarse.
5.-
La nieve es deliciosa y comprar para tu hogar es lo máximo, pero es
horrible cuando se pone totalmente dura. Evita eso envolviéndola en una
bolsa antes de meterla al congelador: se queda en el punto exacto que
debe estar, suavecita.
6.-
Como ya te diste cuenta, plástico y comida van de la mano. En este
caso, envuelve la parte superior de los plátanos con plástico de cocina:
te durarán hasta 5 días más.
7.-
Cilantro, brócoli o lechuga, en lugar de solo tirarlos al refrigerador
mejor envuélvelos en papel aluminio: durarán crujientes hasta 4 semanas.
8.- Aunque
con plantas delicadas como el perejil y el cilantro, esto funciona aún
mejor: ponlas en un vaso con agua, envuélvelas en plástico, asegúralas
con una liga y mételas al refri: conservarán todo su sabor.
9.- Igual que con la lechuga, si compras el queso SIN
rallar; es decir, el puro bloque, te sale mucho más barato. Solo
designa un plato especial para él y guárdalo tú mismo. ¡No seas flojo!
El queso rallado por ti mismo sabe mucho mejor, y refrigerado conserva
todo su sabor.
10.-
Y como no todo es trabajo, en estos días de calor pon un poco de vino
en cubitos para hielo: lo agradecerás un par de horas después.
¿Qué
te parecieron los trucos? Muy fáciles de hacer e increíblemente útiles,
¿o no? No solo cambiarán la forma en que haces las cosas en tu cocina,
sino que la transformarán en un lugar que de verdad quieras estar para
hacer algo aparte de comer; es decir, ¡arreglándola!
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